domingo, 6 de abril de 2008

Made in China


"101 inventos imbéciles, inutiles y japoneses" del autor Kenji Kawakami es el libro que recopila inventos creados a partir de un arte japonés conocido como chindogu cuya filosofía consiste en hacer difícil las tareas más fáciles, como por ejemplo aplicarse medicinas oculares con unas gafas de embudo para no derramar ni gota. Porque si nos creíamos que el invento japonés más inútil era el tamagotchi, esa la mascota deforme que te pedía comer y jugar con ella en horas de clase, estamos muy equivocados, y con este libro lo vamos a descubrir.

Entre estos inventos encontramos el protector dental, una dentadura postiza hecha de silicona y acero inoxidable que te colocas justo antes de las comidas. Los japoneses piden su sushi, lo comen con esta dentadura, y una vez que han terminado, pues se la quitan y al cajón, porque el final de este trasto es evitar lavarse los dientes. También encontramos la solución para quien le sudan mucho las manos: se trata de una barra de metal que tiene en su extremo una mano de silicona, y cuando llegue la hora de dar la mano para saludar, nuestra mano real la escondemos por debajo de la ropa y en realidad lo que estamos dando es esta mano de pega.

Con estos inventos, los ciclistas están de enhorabuena, puesto que ya no tendrán que levantar los brazos para señalar el giro que realizarán. Un invento para ellos son unos intermitentes que se ponen en las orejas y que permiten señalizar los giros sin levantar los brazos. Dependiendo de la dirección que tomemos, la oreja en cuestión se iluminará para avisar al resto de vehículos

Y si estamos hartos de gastarnos un pastón en teléfono, aquí llega el Teléfon-Pesa, un teléfono que lleva incorporada una pesa de considerable tamaño, por lo que debido al esfuerzo que tenemos que hacer para coger el auricular al final acabamos terminando la llamada antes de tiempo.


Y finalizamos con uno de los inventos que más me ha llamado la atención: se trata de una camiseta que en la parte de la espalda tiene unas casillas horizontales con letras y casillas verticales con números, como si fuera el juego de Hundir la Flota. Junto a esta camiseta nos dan una pequeña hoja con cuadrados que es igual a los cuadrados que lleva la espalda y lo que consiste es en señalar en nuestra hoja el punto exacto donde nos pica la espalda, entonces otra persona nos rasca sin posibilidad de error.


Y la lista sigue hasta 101 artilugios japoneses, para que todo no sea coser y cantar, y nos compliquemos un poco más la vida.


No hay comentarios: